Cada vez se encuentran más cuerpos en la frontera de EEUU y México, contaba hace unos meses a Univisión Marlene Castro, portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). “Hemos contabilizado 319 cuerpos”, en la mayoría de las ocasiones solo huesos, de personas que trataban de encontrar un lugar donde vivir con dignidad y enviar a sus familias algo que llevarse a la boca. Muchos de ellos son abandonados a 50 grados de temperatura, en tierra de nadie. Este año el verano se extendió más de lo previsto y las temperaturas no bajan de los 48 ºC, en el desierto que separa ambos países. “El sábado salimos a dejar agua en las estaciones que están ubicadas en la frontera aquí en San Diego y el termómetro estaba por encima de los 120 grados (48.8 grados Celsius)”, dice un miembro de la CBP. “Eso convierte al desierto en un infierno. Y estamos a finales de septiembre” afirmaba. El CBP tiene activas las alarmas. “Ha sido una temporada de mucho calor y las temperaturas no bajan”, d
EL CONOCIMIENTO PROTEGE, LA IGNORANCIA NOS PONE EN PELIGRO