Hospital de la Cruz Roja en Maiwut, cerca de la frontera con Etiopía. Nyamuoch, una madre de 20 años lleva entre sus brazos a la pequeña Nyanene. El bebe de cinco meses de edad padece una neumonía severa. La niña no murió ni por una bala perdida en los enfrentamientos de la guerra que asola su país, ni por la enfermedad que tenia ( se podía curar), ni por el hambre. Murió por la falta de gasolina en el generador que mantenía en funcionamiento la maquina que la mantenía con vida. Su condena fue vivir en un país, Sudan del Sur, con las reservas petrolíferas mas grandes de África, pero gobernado por una pandilla de miserables sedientos de poder y de riqueza a los cuales los débiles no les importan lo mas mínimo. Nyamuoch, llora con lágrimas que se mezclan con las gotas de sudor que le caen por el calor pesado del interior del hospital. La madre trajo a su hija al hospital con la esperanza de que esta lograra salir a delante. La pediatra que ya había atendido a la niña e
EL CONOCIMIENTO PROTEGE, LA IGNORANCIA NOS PONE EN PELIGRO