El bebé nació en guerra, aún cuando los aviones acabaron con su poblado en Yemen . Cinco meses después, Udai Faisal murió por esa guerra. Su esquelético cuerpo se quebró ante la desnutrición, sus miembros como ramas, sus mejillas hundidas, sus ojos secos. Vomitó un líquido amarillo de su nariz y su boca. Y luego dejó de respirar. " No lloró y no había lágrimas, simplemente estaba rígido ", contó su madre, Intissar Hezzam. " Grité y me desmayé ". La explosión de hambre ha sido la consecuencia más horrorífica desde que la guerra de Yemen comenzara cuando los chiitas se levantaran en la capital y Arabia Saudita y sus aliados, respondieran con una campaña de ataques aéreos y un bloqueo naval hace un año. La empobrecida nación de 26 millones de habitantes, que importa el 90 por ciento de su comida, tiene uno de los más altos índices de desnutrición en el mundo, pero durante el último año las estadísticas han dado un salto. El número de personas consideradas en r
EL CONOCIMIENTO PROTEGE, LA IGNORANCIA NOS PONE EN PELIGRO