La ‘bronca’ de una vendedora gaditana a los políticos de su ayuntamiento arrasa en YouTube
Inmaculada Michinina Costas, una madre que espera desde hace tres años una licencia para poder vender sus manualidades en un mercadillo de Cádiz, les pidió que le 'dejasen tener dignidad'
Una madre que espera desde hace tres años una licencia para poder vender sus manualidades en un mercadillo de Cádiz ha conseguido casi 200.000 visionados en Youtube de su intervención ante el pleno del Ayuntamiento, en la que arremetió contra los políticos y les pidió que les dejasen "tener dignidad".
La intervención de Inmaculada Michinina Costas en el turno de los ciudadanos ante el pleno del pasado lunes del Ayuntamiento gaditano ha corrido como la pólvora en las redes sociales y especialmente en Youtube, donde su discurso, en el que preguntó al equipo de Gobierno municipal “¿para quién trabajáis, coño?”, ha sido visionado desde entonces por más de 220.000 personas.
Inmaculada intervino en el pleno para denunciar “malas artes” del Ayuntamiento para la concesión de licencias de venta ambulante para el mercadillo que cada domingo se instala en la avenida Gómez Ulla y que lleva tres años esperando -”en una lista de espera que no se mueve”- una licencia para poder vender en él sus manualidades sin que la Policía la eche.
“Una porquería de licencia”, dijo entre lágrimas, para añadir que para ella “es importante” para poder darle de comer a sus dos hijas.
“Que somos familias en paro joder, a ver si os enteráis”, dijo en su intervención dirigiéndose al equipo de gobierno municipal que lidera la alcaldesa popular Teófila Martínez y al que acusó de demostrar “en cada pleno” que “pasáis de nosotros, que os importamos un bledo”.
“¿Para quién trabajáis coño? Para mí, para el pueblo, ¡que somos personas!”, dice en representación de las familias que por su situación económica esperan como ella una licencia para poder ganar algo de dinero en el mercadillo dominical.
“Déjennos tener dignidad por favor”, añade para después contar que para ello sólo necesita una licencia municipal para vender las manualidades y ganar así “aunque sea veinte euros” para llevar comida a la nevera de su casa.
“Estáis subidos en un pedestal”, abronca a los políticos, a los que dijo que en lugares como los plenos municipales se muestran como son sin las “máscaras” y “sonrisas falsas” con las que salen a la calle a pedir votos y mostrando su “desinterés social”.
El Ayuntamiento trata de justificarse
Tras el revuelo que su intervención ha montado, el delegado de Hacienda, Personal, Consumo y Mercados de Cádiz, José Blas Fernández, ha hecho público este jueves un comunicado en el que señala que la concesión de estas licencias se rige por unos requisitos regulados por una ordenanza municipal y que se revisan de forma anual, aunque “hay que esperar que exista una vacante para poder acceder a una de ellas” porque “el espacio es el que hay”.
Blas Fernández asegura que “desde el Ayuntamiento de Cádiz no existe ni favoritismo ni discriminación hacia nadie a la hora de conceder autorizaciones” porque “lo único que hacemos es cumplir con la Ley y con el procedimiento”.
Además, informa de que el Ayuntamiento ha recibido “en varias ocasiones” a esta ciudadana para explicarle el procedimiento y confirma que ahora Inmaculada Michinina está “la primera” en la lista de espera.
“Tendrá la oportunidad en el momento que quede una plaza libre de poder instalarse en dicho mercadillo, siempre que reúna todos los requisitos reflejados en las ordenanzas municipales”, apunta.
Inmaculada intervino en el pleno para denunciar “malas artes” del Ayuntamiento para la concesión de licencias de venta ambulante para el mercadillo que cada domingo se instala en la avenida Gómez Ulla y que lleva tres años esperando -”en una lista de espera que no se mueve”- una licencia para poder vender en él sus manualidades sin que la Policía la eche.
“Una porquería de licencia”, dijo entre lágrimas, para añadir que para ella “es importante” para poder darle de comer a sus dos hijas.
“Que somos familias en paro joder, a ver si os enteráis”, dijo en su intervención dirigiéndose al equipo de gobierno municipal que lidera la alcaldesa popular Teófila Martínez y al que acusó de demostrar “en cada pleno” que “pasáis de nosotros, que os importamos un bledo”.
“¿Para quién trabajáis coño? Para mí, para el pueblo, ¡que somos personas!”, dice en representación de las familias que por su situación económica esperan como ella una licencia para poder ganar algo de dinero en el mercadillo dominical.
“Déjennos tener dignidad por favor”, añade para después contar que para ello sólo necesita una licencia municipal para vender las manualidades y ganar así “aunque sea veinte euros” para llevar comida a la nevera de su casa.
“Estáis subidos en un pedestal”, abronca a los políticos, a los que dijo que en lugares como los plenos municipales se muestran como son sin las “máscaras” y “sonrisas falsas” con las que salen a la calle a pedir votos y mostrando su “desinterés social”.
El Ayuntamiento trata de justificarse
Tras el revuelo que su intervención ha montado, el delegado de Hacienda, Personal, Consumo y Mercados de Cádiz, José Blas Fernández, ha hecho público este jueves un comunicado en el que señala que la concesión de estas licencias se rige por unos requisitos regulados por una ordenanza municipal y que se revisan de forma anual, aunque “hay que esperar que exista una vacante para poder acceder a una de ellas” porque “el espacio es el que hay”.
Blas Fernández asegura que “desde el Ayuntamiento de Cádiz no existe ni favoritismo ni discriminación hacia nadie a la hora de conceder autorizaciones” porque “lo único que hacemos es cumplir con la Ley y con el procedimiento”.
Además, informa de que el Ayuntamiento ha recibido “en varias ocasiones” a esta ciudadana para explicarle el procedimiento y confirma que ahora Inmaculada Michinina está “la primera” en la lista de espera.
“Tendrá la oportunidad en el momento que quede una plaza libre de poder instalarse en dicho mercadillo, siempre que reúna todos los requisitos reflejados en las ordenanzas municipales”, apunta.
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