El subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, donde los ciudadanos viven en un estado policial continuo, quiere sancionar al socialista Sánchez Bódalo con 30.000 €
Rodrigo “Díaz de Vivar” vuelve a la carga y expedienta al vicepresidente de la Diputación por “estorbar” a la policía
A un dirigente del PP castellano-manchego no se le puede decir ni mu en Ciudad Real, so pena de ser sancionado hasta con 30.000 euros. Y es que La Mancha se encuentra bajo un estado policial continuo, denunciado por PSOE, IU y sindicatos, que señalan directamente al subdelegado del Gobierno en esta provincia, Fernando Rodrigo, “Díaz de Vivar” o “El Campeador”, para algunos de los denunciantes, como el guardián de los líderes “populares”. Exceso de celo que continuamente le lleva a multar a todos los ciudadanos que, según sus principios neoconservadores, no acatan sus deseos. La última víctima es el exalcalde de Alcázar de San Juan y actual vicepresidente de la Diputación ciudadrealeña, José Fernando Sánchez Bódalo, a quien “Díaz de Vivar” quiere sancionar por “estorbar” a la policía y arengar a las masas.
Enterado por los medios de comunicación
Sánchez Bódalo aseguraba no haber recibido la notificación de sanción que recoge un periódico digital de Castilla-La Mancha, al mismo tiempo que mostraba su sorpresa por la filtración de esa “supuesta multa”, justo el día antes de la convocatoria de una nueva concentración en Alcázar de San Juan contra la privatización del servicio del agua, que llevó al pueblo a sublevarse contra el alcalde del PP protagonizando encierros en las dependencias municipales y participando en una de las manifestación más numerosas de la historia de la democracia alcazareña, que según la subdelegación del Gobierno estuvo controlada por Sánchez Bódalo, que de ser cierto significaría un poder de convocatoria sin precedentes en la ciudad, cuando en realidad él es un simple concejal en este municipio que por lo tanto puede entrar y salir del consistorio sin tener que pedir permiso a la policía y mucho menos a la Subdelegación del Gobierno.
Sánchez Bódalo aseguraba no haber recibido la notificación de sanción que recoge un periódico digital de Castilla-La Mancha, al mismo tiempo que mostraba su sorpresa por la filtración de esa “supuesta multa”, justo el día antes de la convocatoria de una nueva concentración en Alcázar de San Juan contra la privatización del servicio del agua, que llevó al pueblo a sublevarse contra el alcalde del PP protagonizando encierros en las dependencias municipales y participando en una de las manifestación más numerosas de la historia de la democracia alcazareña, que según la subdelegación del Gobierno estuvo controlada por Sánchez Bódalo, que de ser cierto significaría un poder de convocatoria sin precedentes en la ciudad, cuando en realidad él es un simple concejal en este municipio que por lo tanto puede entrar y salir del consistorio sin tener que pedir permiso a la policía y mucho menos a la Subdelegación del Gobierno.
José Fernando Sánchez Bódalo (el primero por la izquierda), junto a concejales de Alcázar y el secretario del PSOE en Ciudad Real |
Efecto llamada
En el PSOE ciudadrealeño saben que detrás de esa filtración se encuentra el siempre servil delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, “jefe” directo de Fernando Rodrigo “Díaz de Vivar”. Y es que los dos son destacados miembros del Partido Popular. A saber: El primero ha sido consejero en el Ejecutivo presidido por Cospedal, quien lo nombró responsable de la coordinación de Acción Electoral del PP castellano-manchego, además de secretario general de esta formación política en Toledo, mientras que su subordinado fue concejal y diputado por el mismo partido. La militancia activa de ambos, sumado a su política represora y sancionadora, provocará este domingo, con toda seguridad, un efecto llamada en la manifestación que tendrá lugar en la plaza de la localidad. “No aprenden, siempre que sacan la porra, la gente se indigna más”, reconoce a este periódico un sindicalista local.
En el PSOE ciudadrealeño saben que detrás de esa filtración se encuentra el siempre servil delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, “jefe” directo de Fernando Rodrigo “Díaz de Vivar”. Y es que los dos son destacados miembros del Partido Popular. A saber: El primero ha sido consejero en el Ejecutivo presidido por Cospedal, quien lo nombró responsable de la coordinación de Acción Electoral del PP castellano-manchego, además de secretario general de esta formación política en Toledo, mientras que su subordinado fue concejal y diputado por el mismo partido. La militancia activa de ambos, sumado a su política represora y sancionadora, provocará este domingo, con toda seguridad, un efecto llamada en la manifestación que tendrá lugar en la plaza de la localidad. “No aprenden, siempre que sacan la porra, la gente se indigna más”, reconoce a este periódico un sindicalista local.
Y eso que no ha sido aprobada la ley mordaza
Razón no le falta a este sindicalista, ya que cuanto más aprieta Jesús Labrador y sus huestes en Castilla-La Mancha, y eso que no ha entrado en vigor todavía la llamada ley mordaza que prepara el Gobierno de Rajoy, más se sublevan los castellano-manchegos que, lejos de amedrentarse por las amenazas de sanción y multas, no dudan en salir a la calle y protestar contra los salvajes recortes que lleva a cabo el Gobierno de Cospedal y muchos de los ayuntamientos gobernados por el PP, como es el caso de Alcázar de San Juan, donde la empecinada decisión del PP de privatizar el servicio del suministro del agua ha convertido a esta localidad en El Gamonal de La Mancha.
Razón no le falta a este sindicalista, ya que cuanto más aprieta Jesús Labrador y sus huestes en Castilla-La Mancha, y eso que no ha entrado en vigor todavía la llamada ley mordaza que prepara el Gobierno de Rajoy, más se sublevan los castellano-manchegos que, lejos de amedrentarse por las amenazas de sanción y multas, no dudan en salir a la calle y protestar contra los salvajes recortes que lleva a cabo el Gobierno de Cospedal y muchos de los ayuntamientos gobernados por el PP, como es el caso de Alcázar de San Juan, donde la empecinada decisión del PP de privatizar el servicio del suministro del agua ha convertido a esta localidad en El Gamonal de La Mancha.
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