Dos regimientos ucranianos han 'perdido' parte de sus misiles antiaéreos portátiles Igla, una peligrosa arma en caso de caer en manos de potenciales terroristas. El mando militar del país parece estar intentando ocultar este hecho.
De acuerdo con la información, el robo de una cantidad no concretada de estos peligrosos sistemas se registró en el regimiento aerotransportado Nº 80, que dispone de 54 misiles de este tipo, así como en la brigada móvil Nº 27, acuartelada a 45 kilómetros de la ciudad de Lvov, la más importante en el oeste del país, considerada como 'baluarte' de los ultranacionalistas ucranianos. La segunda unidad dispone de 80 sistemas de este tipo, 'heredados' al Ejército de la URSS.
Según la fuente, el nuevo mando del Ministerio de Defensa ucraniano está tomando medidas urgentes para "camuflar esta difícil situación", reemplazando las armas perdidas por unidades viejas y que requieren de una modernización.
El sistema antiaéreo portátil Igla pertenece a una clase de armas muy peligrosas, diseñada para destruir aviones a baja altura, por lo cual su venta está limitada por varias normativas internacionales y sujeta a varios acuerdos, entre ellos uno entre Rusia y Estados Unidos. Se considera que sería extremadamente peligroso que estas armas cayeran en manos de terroristas.
En el otoño boreal de 2012 se conoció el robo de gran cantidad de sistemas Igla de los arsenales del Ejército libio, de una base en Bengasi, tras el derrocamiento del régimen de Muammar Gaddaffi, con la ayuda militar de la OTAN.
Más tarde se informó de que este lote de armas habría podido ir a parar a manos de rebeldes sirios
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