Los yihadistas les golpearon, antes de adoctrinarlos
Los militantes yihadistas del Estado Islámico (EI) torturaron y abusaron de un grupo de 153 menores kurdos de la ciudad siria de Kobane (Ayn el Arab, en árabe), algunos de sólo 13 años de edad, desde su captura a finales de mayo hasta la liberación de los últimos chicos el pasado 29 de octubre, según denuncia este martes en un informe la organización Human Rights Watch (HRW).
Además de golpear a los menores secuestrados, los yihadistas les obligaron a ver vídeos de decapitaciones realizadas por el EI y de combates entre estos militantes y sus enemigos. Los niños eran obligados a rezar cinco veces al día y fueron también sometidos a una “instrucción religiosa intensiva”, en palabras del informe de HRW, y recibieron lecciones en “ideología yihadista”, según contaron a la prensa dos menores que consiguieron escapar en junio. Torturar a prisioneros y mantener a menores como rehenes y usarlos o alistarlos en un conflicto armado son crímenes de guerra.
“Los que no seguían el programa eran golpeados. [Los yihadistas] nos pegaban con una manguera verde o con un cable grueso con el cableado por dentro. También nos golpeaban en las plantas de los pies”, describe un chico kurdo de 16 años que estuvo cautivo en manos del llamado EI durante unos cuatro meses. “A veces, usaban cualquier excusa para pegarnos sin motivo. Los guardas sirios eran los peores y los que nos pegaban con más saña. Nos hacían aprendernos versos del Corán y golpeaban a quienes no se los aprendían”, continúa este menor, entrevistado por la organización humanitaria en Turquía tras su liberación.
En un principio, el EI dividió a los rehenes en ocho grupos que dormían en habitaciones separadas. Cuando uno de los niños fue pillado en una habitación que no le correspondía exclamó: “¡Ay madre!” Los yihadistas le dijeron que tenía que apelar a dios, no a su madre, y lo castigaron atándole las manos y uno de sus pies a la espalda y colgándolo de las manos y el pie, manteniéndolo así suspendido en una postura muy dolorosa, según relató otro de los menores.
“Desde el principio de las revueltas en Siria, los niños han sufrido los horrores de la detención y la tortura, primero por parte del Gobierno de [Bachar el] Asad y ahora por ISIS (como se conocía antes al EI)”, denuncia en el informe Fred Abrahams, asesor especial sobre los derechos de los niños en HRW. “Estas pruebas de la tortura y del abuso de niños por parte de ISIS subraya por qué nadie debería apoyarlos en su empresa criminal”.
El secuestro de los menores ocurrió el 29 de mayo. Unos días antes, unos mil estudiantes de Kobane habían ido en autobuses y minibuses a Alepo, unos 110 kilómetros al oeste y la segunda mayor ciudad del país, para realizar los exámenes oficiales, ya que el Gobierno sirio no los organizó en la propia Kobane. A la ida, el convoy había cruzado sin problemas el territorio controlado por el EI, que a la vuelta sí detuvo a unos 250 estudiantes. Los yihadistas liberaron a las alrededor de 100 chicas del grupo a las pocas horas y mantuvieron como rehenes a 153 chicos en la ciudad de Manbij, a unos 55 kilómetros al suroeste de Kobane.
Entre junio y septiembre, alrededor de 50 estudiantes escaparon o fueron liberados. De estos, al parecer 15 fueron intercambiados por yihadistas prisioneros en manos de las Unidades de Protección Popular (YPG, en kurdo), como se conoce a la milicia local que ahora defiende Kobane del asedio del EI. A finales de septiembre, el EI liberó a otros 75 chicos, incluidos los cuatro entrevistados por HRW, y finalmente el pasado 29 de octubre los yihadistas dejaron marchar a los últimos 25 menores aún en su poder.
Los chicos entrevistados por HRW dijeron que no sabían por qué fueron liberados, aunque contaron que ya habían acabado su formación religiosa y que los militantes del EI simplemente les dieron un DVD con material religioso y 150 libras sirias (unos 0,72 euros) y permitieron que se fueran. Estos menores también señalaron que los yihadistas se ensañaban especialmente con quienes tenían relación con las YPG. “[Los yihadistas] les pedían las direcciones de sus familias, primos, tíos, y les decían, ‘Cuando lleguemos a Kobane los cogeremos y los cortaremos’. Ven a las YPG como no creyentes”, describió uno de los niños.
Más rehenes liberados
El Estado Islámico también ha liberado en las últimas horas a otros 93 rehenes kurdos sirios, que había secuestrado en febrero cuando se dirigían desde la zona de Kobane hacia el norte de Irak, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR, en inglés). Entonces los yihadistas capturaron a unas 160 personas, a las que acusaban de apoyar al Partido por la Unión Democrática (el ala política de las YPG). Se desconoce la situación de las 70 restantes, excepto por el hecho de que seis rehenes han sido acusados también de robo y los militantes del EI les van a cortar una mano como castigo, según añadió el SOHR, que cuenta con una extensa red de informadores en el terreno.
En el pasado, el EI también ha ejecutado a personas que había secuestrado y en ocasiones ha publicado los vídeos de estos asesinatos, como en los casos de algunos periodistas y cooperantes occidentales.
Actualmente, los yihadistas, que controlan buena parte del este de Siria y del norte de Irak, llevan siete semanas asediando Kobane. La ciudad está defendida por las YPG y, desde hace unos días, también por los peshmerga, procedentes de la región autónoma kurda en Irak, y de rebeldes del Ejército Libre de Siria (ELS). Además, la coalición internacional contra el EI liderada por Estados Unidos lleva desde finales de septiembre bombardeando posiciones yihadistas en y cerca de Kobane.
Además de golpear a los menores secuestrados, los yihadistas les obligaron a ver vídeos de decapitaciones realizadas por el EI y de combates entre estos militantes y sus enemigos. Los niños eran obligados a rezar cinco veces al día y fueron también sometidos a una “instrucción religiosa intensiva”, en palabras del informe de HRW, y recibieron lecciones en “ideología yihadista”, según contaron a la prensa dos menores que consiguieron escapar en junio. Torturar a prisioneros y mantener a menores como rehenes y usarlos o alistarlos en un conflicto armado son crímenes de guerra.
“Los que no seguían el programa eran golpeados. [Los yihadistas] nos pegaban con una manguera verde o con un cable grueso con el cableado por dentro. También nos golpeaban en las plantas de los pies”, describe un chico kurdo de 16 años que estuvo cautivo en manos del llamado EI durante unos cuatro meses. “A veces, usaban cualquier excusa para pegarnos sin motivo. Los guardas sirios eran los peores y los que nos pegaban con más saña. Nos hacían aprendernos versos del Corán y golpeaban a quienes no se los aprendían”, continúa este menor, entrevistado por la organización humanitaria en Turquía tras su liberación.
En un principio, el EI dividió a los rehenes en ocho grupos que dormían en habitaciones separadas. Cuando uno de los niños fue pillado en una habitación que no le correspondía exclamó: “¡Ay madre!” Los yihadistas le dijeron que tenía que apelar a dios, no a su madre, y lo castigaron atándole las manos y uno de sus pies a la espalda y colgándolo de las manos y el pie, manteniéndolo así suspendido en una postura muy dolorosa, según relató otro de los menores.
“Desde el principio de las revueltas en Siria, los niños han sufrido los horrores de la detención y la tortura, primero por parte del Gobierno de [Bachar el] Asad y ahora por ISIS (como se conocía antes al EI)”, denuncia en el informe Fred Abrahams, asesor especial sobre los derechos de los niños en HRW. “Estas pruebas de la tortura y del abuso de niños por parte de ISIS subraya por qué nadie debería apoyarlos en su empresa criminal”.
El secuestro de los menores ocurrió el 29 de mayo. Unos días antes, unos mil estudiantes de Kobane habían ido en autobuses y minibuses a Alepo, unos 110 kilómetros al oeste y la segunda mayor ciudad del país, para realizar los exámenes oficiales, ya que el Gobierno sirio no los organizó en la propia Kobane. A la ida, el convoy había cruzado sin problemas el territorio controlado por el EI, que a la vuelta sí detuvo a unos 250 estudiantes. Los yihadistas liberaron a las alrededor de 100 chicas del grupo a las pocas horas y mantuvieron como rehenes a 153 chicos en la ciudad de Manbij, a unos 55 kilómetros al suroeste de Kobane.
Entre junio y septiembre, alrededor de 50 estudiantes escaparon o fueron liberados. De estos, al parecer 15 fueron intercambiados por yihadistas prisioneros en manos de las Unidades de Protección Popular (YPG, en kurdo), como se conoce a la milicia local que ahora defiende Kobane del asedio del EI. A finales de septiembre, el EI liberó a otros 75 chicos, incluidos los cuatro entrevistados por HRW, y finalmente el pasado 29 de octubre los yihadistas dejaron marchar a los últimos 25 menores aún en su poder.
Los chicos entrevistados por HRW dijeron que no sabían por qué fueron liberados, aunque contaron que ya habían acabado su formación religiosa y que los militantes del EI simplemente les dieron un DVD con material religioso y 150 libras sirias (unos 0,72 euros) y permitieron que se fueran. Estos menores también señalaron que los yihadistas se ensañaban especialmente con quienes tenían relación con las YPG. “[Los yihadistas] les pedían las direcciones de sus familias, primos, tíos, y les decían, ‘Cuando lleguemos a Kobane los cogeremos y los cortaremos’. Ven a las YPG como no creyentes”, describió uno de los niños.
Más rehenes liberados
El Estado Islámico también ha liberado en las últimas horas a otros 93 rehenes kurdos sirios, que había secuestrado en febrero cuando se dirigían desde la zona de Kobane hacia el norte de Irak, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR, en inglés). Entonces los yihadistas capturaron a unas 160 personas, a las que acusaban de apoyar al Partido por la Unión Democrática (el ala política de las YPG). Se desconoce la situación de las 70 restantes, excepto por el hecho de que seis rehenes han sido acusados también de robo y los militantes del EI les van a cortar una mano como castigo, según añadió el SOHR, que cuenta con una extensa red de informadores en el terreno.
En el pasado, el EI también ha ejecutado a personas que había secuestrado y en ocasiones ha publicado los vídeos de estos asesinatos, como en los casos de algunos periodistas y cooperantes occidentales.
Actualmente, los yihadistas, que controlan buena parte del este de Siria y del norte de Irak, llevan siete semanas asediando Kobane. La ciudad está defendida por las YPG y, desde hace unos días, también por los peshmerga, procedentes de la región autónoma kurda en Irak, y de rebeldes del Ejército Libre de Siria (ELS). Además, la coalición internacional contra el EI liderada por Estados Unidos lleva desde finales de septiembre bombardeando posiciones yihadistas en y cerca de Kobane.
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