Dos testigos de la fiesta de Halloween: “Los de seguridad no dejaron que saliera nadie”
Tres jóvenes han muerto esta madrugada y dos se encuentran en estado crítico tras una avalancha producida en el recinto Madrid Arena. Lo que comenzó como una fiesta multitudinaria, de más de 10.000 personas, acabó en una tragedia de pisotones y golpes. Algunos de los asistentes consultados por El Confidencial, se han quejado del exceso de aforo y de la seguridad contratada por los organizadores, que no permitieron a muchos jóvenes abandonar el recinto.
Los servicios de emergencias recibieron un aviso sobre las 4.05 de la madrugada para atender a varias jóvenes, de entre 18 y 25 años, que se encontraban en parada cardiorrespiratoria de origen traumático por aplastamiento, posiblemente al sufrir una caída y ser arrolladas, ya que había un gran número de personas concentradas. Pese a que no se han aclarado las circunstancia del suceso, las quejas sobre la mala organización han comenzado.
Algunos testigos han denunciado que la fiesta se descontroló completamente, según la Policía por el lanzamiento de una bengala. Jorge y Juan, dos jóvenes de Segovia, decidieron pasar la noche de Halloween en la capital y asistieron al ‘Thriller Music Park’ que se celebraba en el Madrid Arena, propiedad del Ayuntamiento aunque alquilada para eventos privados. La entrada por una noche de fiesta costaba 25 euros. Sin embargo, la cosa no salió bien. Estos dos jóvenes aseguran que habían estado con anterioridad en este recinto, pero en esta ocasión “había mucha más gente de lo normal”. “Estábamos apretujados y no podíamos respirar”, dicen. Sin embargo, los organizadores del evento han negado que existiera exceso de aforo.
En esta situación de hacinamiento fue cuando se produjo la avalancha mortal que acabó con la vida de tres personas y dejó dos críticos en el hospital. “Cuando se produjo la avalancha, los guardias de seguridad no dejaron que saliera nadie”, denuncian enfadados. “La fiesta continuó pese a que habían muerto unas chicas”, aseguran Jorge y Juan.
El jefe del SAMUR, Fernando Prados, confirma esta versión. Asegura que las chicas se encontraban en el momento del suceso en un pasillo y que el evento continuó para "no provocar la alarma entre los asistentes". Desde la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos, propietaria del Madrid Arena, niegan cualquier tipo de problema. "No se produjo ningún problema con los accesos de salida del recinto". A través de un comunicado, esta empresa ha dejado claro que "que el lamentable suceso ha tenido lugar por causas ajenas a la infraestructura, condiciones y seguridad del recinto".
En cuanto a las causas del suceso, la Policía, que está investigando el caso, ha confirmado que una bengala y varios petardos podrían haber originado la estampida. Al parecer, algunos asistentes pudieron confundir las detonaciones con disparos, de acuerdo con fuentes policiales. Algunos testigos han asegurado que vieron las citadas bengalas. Otros, en cambio, no se percataron del suceso. “No tenemos constancia de que hubieran lanzado una bengala”, han dicho Jorge y Juan a El Confidencial.
Sin control a la entrada
No sólo en el interior del Madrid Arena hubo problemas. La entrada al recinto también fue un caos. “No entrábamos en fila, sino todos a mogollón”·, denuncian Juan y Jorge. A esto hay que sumar que “a la entrada no se pedía el DNI para ver si tenías la edad reglamentaria”.
Las tres jóvenes muertas son de nacionalidad española, al igual que una de las heridas, mientras que la chica que permanece ingresada en el Hospital Doce de Octubre aún no ha podido ser identificada. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid han confirmado que dos de las fallecidas tenían 18 años y la tercera 25. Además, la joven que está ingresada en estado muy grave y que sí ha sido identificada tiene 20 años.
Según la Policía, la sala, cuya capacidad máxima es de unas 10.000 personas, fue desalojada por los agentes "con total normalidad, lentamente, y sin ningún tipo de incidente de orden público". De hecho, los organizadores fueron bajando la música de forma gradual para que los jóvenes abandonaran paulatinamente la fiesta y favorecer así el desalojo ordenado de la sala, que concluyó en torno a las 06:30 horas. Muchas horas después, todavía varios coches policiales custodiaban la zona de la tragedia.
En el Madrid Arena, la empresa Diviertt celebraba la noche de Halloween, que ofrecía, por 25 euros, la fiesta 'Thriller Music Park' en una "atmósfera tétrica y divertida conseguida gracias a los efectos visuales y sonoros" con algunos conocidos pinchadiscos, según la página web de Madrid Espacios y Congresos. d is Dead.
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