Estefany, una mujer ecuatoriana residente en Parla, no pasaba por un buen momento económico. Divorciada, vivía con sus dos hijos y su abuela, de unos 70 años. Por eso realquiló hace apenas unas semanas una habitación en su casa, en la planta baja del número 9 de la calle Villaverde, a J. C. G. C., un madrileño de 30 años con numerosos antecedentes policiales, entre ellos por violencia de género. Pasadas las 13:30 horas, cuando las cinco personas se encontraban en la vivienda, se inició una discusión por una deuda de dinero. Según los vecinos, J. C. G. C. lanzó contra el suelo a uno de los hijos de Estefany, de tres a seis meses de edad. Acabó con su vida, mientras que su hermano, de entre 3 y 4 años según la Policía, también resultó herido muy grave.
Estefany logró salir de la casa, ensangrentada y tras recibir al menos una puñalada en el costado, llamó a la puerta de la vecina de enfrente, que alertó al 112 y posteriormente a la Policía. Como la vecina solo pudo ver a la agredida desde la mirilla, al avisar a los servicios de emergencia del Summa solo advirtió de que había una mujer herida. Los efectivos médicos comprobaron cuando llegaron que también había una mujer mayor herida. Se trataba de la bisabuela de los dos niños y abuela de Estefany. Los operarios del Summa-112 también se encontraron con la sorpresa de que, además de la mujer ensangrentada por la que habían sido alertados, había otra mujer de más edad con cortes en la cara.
Fueron los propios policías, según diversas fuentes, quienes trasladaron a los dos menores al Hospital Infanta Cristina de Parla, falleciendo el más pequeño. Al ver la gravedad del que permaneció con vida, fue nuevamente trasladado al Hospital 12 de Octubre. Al cierre de esta edición el hermano del fallecido permanecía en estado “muy crítico” en la unidad de cuidados intensivos del Hospital 12 de Octubre. La madre también estaba ingresada en el mismo centro en estado grave, pero fuera de peligro, con una herida por arma blanca en un costado. La bisabuela de los niños fue ingresada en el Hospital de Getafe.
“Llevaban viviendo unos dos años en la casa, que es propiedad de un hombre que se ha ido a vivir a Cáceres o Salamanca”, explicó un vecino del cuarto piso, que aseguraba que el presunto agresor apenas llevaba viviendo un mes en la casa. “Siempre estaba lleno de gente, y no sabíamos si eran pareja o no”, explicaba otro, que se alertó al ver como pasadas las dos de la tarde varios coches de la policía cercaban su casa.
Por su parte, los agentes de la Policía permanecieron en la vivienda hasta pasadas las siete de la tarde, cuando salieron de la misma con al menos dos bolsas de plástico verde con numerosos objetos. La casa fue precintada minutos después de que una empleada de la protectora de animales de Parla se hiciera cargo de un perro de pequeño tamaño, que se encontraba en una de las dependencias de la casa.
El alcalde de Parla, José María Fraile, expresó en un comunicado su “repulsa” por los hechos, y envió un mensaje de condolencias a la familia del bebé fallecido, además de sus deseos para que el resto de heridos en este brutal suceso evolucionen favorablemente lo antes posible. “No podemos permitir que hechos como el que desgraciadamente hemos vivido en la ciudad queden impunes, por lo que pido a la justicia que actúe con contundencia”. Fraile quiso agradecer la labor de los agentes de Policía Nacional y Local, “que con su rapidez han posibilitado la detención del presunto homicida poco después de que se produjesen los hechos, en el mismo domicilio en el que ocurrieron”.
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